viernes, 21 de octubre de 2011

HOY PUEDE SER UN GRAN DIA

Hoy puede ser un gran día , dice una canción de Joan Manuel Serrat y sin duda será un gran día para muchos, porque hoy, después de mucho tiempo, podrán salir sin miedo de casa, ir al trabajo, llevar a sus hijos al colegio, pasear con los amigos, y podrán hacer todo esto sin que nadie les cuide la espalda, sin tener que mirar bajo su coche.

Será un gran día para esa familias que esperaban, con el alma en vilo, el regreso a casa de su marido, esposa, hijo, etc.

Será un gran día para los que teníamos la esperanza de que nuestros hijos conocieran una Euskal Herria en paz.

Pero no será un gran día, al menos no será como lo habían soñado, para tanta gente que en el camino han perdido un ser querido.

Para vosotros que os tengo tan cerca, será un día agridulce, porque en esta ruleta sin sentido, alguien decidió que la pistola cargada fuera la que disparara a vuestro padre, ese padre abertzale que os enseñó a amar a éste nuestro Pueblo Vasco, que os transmitió con su ejemplo, que con el trabajo y esfuerzo diario conseguiríamos que Euskadi estuviera donde se merecía.

Él, como tantos otros, no podrá disfrutar de este momento y vosotros tampoco podréis hacerlo plenamente.

Leí una vez que pedir perdón y perdonar son las dos caras de la misma moneda. Que pedir perdón libera, pero no creo, que los que han hecho tanto daño pidan perdón, porque para ello hay que tener consciencia de que se ha hecho mal y éstos están convencidos de lo contrario, de que son los salvadores de la patria.

También dicen que perdonar libera. Sé que para vosotros es muy difícil, por no decir imposible, porque nunca olvidareis a vuestro padre, nunca olvidareis el día en que vuestra vida cambió, el día en que todas las esperanzas se desvanecieron.

Hace poco tiempo me confesabas entre sollozos, que no había pasado un solo día en el que no pensaras en la sinrazón de lo sucedido y ya hace casi tres años.

Desde lo más profundo de mi corazón os deseo que recuperéis la ilusión y recordar que aunque él no esté para verlo, el amor que sentía por su pueblo y el trabajo de toda su vida por una Euskal Herria prospera y en paz, habrá contribuido para que el día de hoy pueda ser un gran día.

Animo, que hoy puede ser un gran día y mañana también.

jueves, 13 de octubre de 2011

¿HA NACIDO UNA ESTRELLA?

Por fin ha llegado el gran día, por fin voy a asistir a ese concierto esperado durante meses. Estoy contenta, también un poco nerviosa, aunque tengo la seguridad de que todo saldrá bien.

Él está preparado, ha sido una semana dura, los nervios a flor de piel, cualquier contratiempo le resulta fatal, le cuesta conciliar el sueño, los medios de comunicación lo abruman, aunque hubo un tiempo que, por otros motivos, estaba acostumbrado a ellos.

Se acerca la hora, tengo que llegar puntual, para intentar tener un buen sitio, tampoco en primera línea, no hay que meter presión.

Envío sms, deseando toda la suerte del mundo.

Llego a la puerta del local, mariposas en el estómago, ¿responderá la gente?, entro y … oh si!, familia, cuadrilla, amigos, todos están ahí y muchos mas que no conozco.

Mientras espero, me tomo un café y saludo a la gente.

Se apagan las luces, se encienden los focos y hacen su aparición en el escenario, él y sus compañeros del grupo.

Se abre el micrófono, saluda y comienza la función.

Suena bien la música y la gente se ríe con sus pequeños monólogos entre canción y canción, explicando las letras y el sentido de las canciones con pinceladas de humor.

Se le ve tranquilo, se crece en el escenario, atrás han quedado los nervios y los problemas, la conexión con el público parece que funciona.

Yo, apoyada en un pilar, en la penumbra de la sala, sigo el concierto con emoción. De repente, oigo mi nombre, quiere hacer un brindis conmigo, salgo a la luz y levantamos dos copas de vino, “POR EL” grito, pero entre los aplausos no se oye. Estoy emocionada y sobre todo orgullosa.

El concierto va llegando a su fin, agradece a todos su presencia y canta la última canción.

Se apagan los focos, se encienden las luces.

Baja del escenario, le doy un beso y un fuerte abrazo, todo son felicitaciones, incluso a mi me felicitan, dicen que por lo que me toca.

Oigo que alguien me comenta “HA NACIDO UNA ESTRELLA”, pero yo digo que ha nacido VANPOPEL, para mi la estrella nació aquel 23 de Noviembre de 1980 y desde entonces está brillando en mi firmamento.



Que nunca se apague esa luz ZUHAITZ.