viernes, 25 de octubre de 2013

CASUALIDAD O MISTERIO?


Todos sabemos que después de cortar el cordón umbilical, sigue habiendo un vínculo muy fuerte entre madre e hijo.

Cuando una se hace madre, a la vez que tu hijo, nacen unos sentimientos nuevos, un amor diferente, intenso y desinteresado, por los hijos haces cosas que nunca habías imaginado, y a la vez crecen el miedo y la responsabilidad, ellos son algo muy tuyo que tienes que cuidar y proteger.

Van creciendo y ese vínculo sigue ahí, una madre ríe y llora con y por sus hijos. Por la expresión de sus ojos, sabe si son felices o hay algo que les preocupa, se da cuenta cuándo quieren hablar o es mejor el silencio.

Y, como he dicho, todo este amor es desinteresado, haríamos y daríamos todo por ellos, aun sin recibir nada a cambio, pero cuando, al menos en mi caso, sabes que ellos te adoran, la felicidad es completa.

Pero a veces, ocurren cosas que no puedes entender, como me pasó hace dos días.

Matrioska
Llegó mi hija a casa como cada día y mi saludo fue “kaixo matriuxka”, no es mi saludo habitual y tampoco sé porque lo hice. Ella sorprendida me preguntó, porqué le había llamado así. Le dije que por nada en particular y que había sido espontaneo.

Entonces me contó, que venía de visitar a su amiga Ane, que ha sido madre recientemente. Habían estado paseando con la pequeña y se fijó que llevaba puesta una ropita con el dibujo de una “matrioska” y ella la había acariciado y llamado cariñosamente “matriuxka”.

Las dos estábamos sorprendidas de que hubiésemos utilizado la misma palabra en dos momentos tan cercanos y al mismo tiempo tan lejanos, pues no es corriente ni se usa con asiduidad.

Casualidad? Por casualidad llegas a la misma hora, ves la misma película, etc.

Misterio? Una vez me dijeron que misterio era todo aquello a lo que no encuentras respuesta.

Pues esta historia yo la enmarcaría dentro de ese vínculo maravilloso y a veces tan sorprendente entre una madre y sus hijos.